
Redes sociales en la mira del régimen dictatorial.
En un acto con la juventud chavista, el dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, instó a la población a eliminar la aplicación de mensajería instantánea WhatsApp, calificándola de “instrumento del fascismo” utilizado para amenazar a, policías y líderes comunitarios en el país.
Maduro afirmó que la plataforma está siendo usada para intimidar a aquellos que no se pronuncian a favor del fascismo. “Por WhatsApp están amenazando a la familia militar venezolana, a toda la oficialidad, a la familia policial ya los líderes de calle y comunidad. Por WhatsApp están amenazando a todo aquel que no se pronuncia a favor del fascismo”,
En respuesta, Maduro pidió a sus seguidores el “retiro voluntario, progresivo y radical” de la aplicación, sugiriendo alternativas como Telegram y WeChat. “Voy a romper relaciones con WhatsApp porque la están utilizando para amenazar a Venezuela. Voy a eliminar mi WhatsApp de mi teléfono para siempre”, afirmó, añadiendo que migrará sus contactos a otras plataformas gradualmente.
Maduro también incluyó a WhatsApp en la lista de aplicaciones que, según él, fomentan el odio y el fascismo en el país, mencionando específicamente a TikTok e Instagram. “Los principales instrumentos multiplicadores conscientes del odio y el fascismo, y del intento de dividir entre los venezolanos, son TikTok e Instagram”,
En otro ámbito, el presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, Elvis Amoroso, entregó este lunes las actas de los comicios presidenciales al Tribunal Supremo de Justicia. Amoroso cumplió con el mandato del Supremo, que le había dado un plazo de tres días para realizar la entrega de las actas de escrutinio, adjudicación y proclamación, así como las pruebas del ataque cibernético.
La solicitud del Supremo se produjo después de que el CNE concediera la victoria en los comicios a Nicolás Maduro con el 51,95% de los votos, frente al 43,18% obtenido por el candidato opositor Edmundo González. La comunidad internacional ha mostrado dudas sobre la legalidad de los resultados, mientras que la oposición reclama la victoria.











