
El Gobierno peruano fijó el próximo 10 de noviembre como plazo para que los extranjeros regularicen su documentación en el país. De no hacerlo, serán expulsados del territorio nacional, según anunció el ministro del Interior, Vicente Romero.
El funcionario hizo este anuncio durante un operativo de supervisión en el marco de la declaratoria de emergencia. Romero instó a los extranjeros a visitar la Superintendencia Nacional de Migraciones para completar los procedimientos correspondientes.
"El 10 de noviembre es el último día de regularizar la documentación de todos los extranjeros. Primero quiero invitarlos a que se apersonen, en los próximos días vamos a hacer una campaña, para invitar a todos ellos a fin de que terminen de regularizarse", declaró.
Romero detalló que las expulsiones se efectuarán a través de vuelos comerciales, principalmente a Caracas, Venezuela. Sin embargo, también se coordinará con otros países para que estos reciban a los extranjeros que sean expulsados del Perú.
"Aquellos que no lo hagan, definitivamente el 10 se va a iniciar la expulsión. ¿Cómo preguntarán ustedes? Ahora hay una línea Latam, hay vuelos de Lima a Caracas. Así que utilizaremos ese servicio como primera medida, pero también a nivel Cancillería venimos trabajando con diferentes gobiernos para mejorar esas relaciones de hoy y expulsarlos", añadió.
La medida anunciada por el Gobierno ha generado reacciones encontradas. Algunos sectores la consideran necesaria para controlar la inmigración irregular, mientras que otros la consideran discriminatoria y violatoria de los derechos humanos.
Análisis:
La medida anunciada por el Gobierno peruano es un paso importante para regularizar la situación migratoria en el país. Sin embargo, es importante que se garantice que la expulsión de extranjeros se realice de acuerdo con los estándares internacionales de derechos humanos.
Es necesario que el Gobierno peruano garantice que los extranjeros que sean expulsados del país tengan acceso a un debido proceso, así como a asistencia legal y consular. Además, es importante que el Gobierno trabaje con los países de origen de los extranjeros para facilitar su retorno.
La medida anunciada por el Gobierno peruano también es un desafío para la Superintendencia Nacional de Migraciones. La institución deberá implementar un plan para agilizar los procesos de regularización migratoria. Además, deberá fortalecer sus mecanismos de control para evitar que los extranjeros ingresen al país de manera irregular.











